Las tres leyes de la Robótica (Parte 1)

  1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
No, no me he vuelto loca. No son las leyes en sí, si no las obras que justifican la creación de estas leyes lo que quiero recomendar (a no ser que os estéis haciendo un robot de compañía). Aunque como comprenderéis tampoco es que pretenda resumir toda la obra de robótica del señor Asimov en una única entrada, así que cada cierto tiempo sacaremos una nueva entrada (El día que nos pongamos con Fundación seguramente pasemos un par de años sin escribir). En realidad, estas leyes no fueron creadas por Asimov, o al menos eso dice él. Si no por su amigo, el también escritor John W. Campbell que dice que fueron idea de Asimov, él sólo las escribió. Creo que la cosa quedó en tablas.

Para empezar:




Título
Yo, Robot

Género
Relatos/Ciencia Ficción

Autor
Isaac Asimov

Sinopsis
En Yo, Robot la robopsicóloga Susan Calvin nos cuenta la historia de la "U. S. Robots" desde 1982 hasta 2057. Esta comienza con Robbie, un robot niñera, cuadrado e incapaz de hablar del que la familia Weston pretende deshacerse y termina con las evolucionadas Máquinas.

Comentario
Yo, robot es una de esas joyitas indispensables en cualquier biblioteca. Un caramelo que hay que disfrutar lentamente y sacándole todo el sabor porque Asimov nos embute en un fantástico mundo donde los robots no sólo forman parte de la vida cotidiana, si no que llegan a comportarse como auténticos humanos, con sus dudas y errores. Las leyes de la robótica no sirven para otra cosa que para ser malinterpretadas y volver locos a los investigadores que intentan averiguar el por qué de la desaparición, borrachera o conversión de algunos de sus robots.

Una vez más la ciencia ficción no es más que un vehículo para acercarnos a nuestro propio entendimiento y comprensión. Una investigación de la locura del ser humano implantada en unos seres incapaces de ser irracionales por su propia esencia lógica, pero que por el mismo trato con la humanidad o por ser un producto creado por ella se acaban volviendo inestables ... o intratables como en el caso de Qutie. Pero igualmente, es imposible no encariñarse y sentirse tocado por estos robots, que incluso cuando parece imposible, como en el caso de Robbie, rebosan humanidad y dulzura. Y ésta es una de las claves de este libro, más allá de su inteligencia y filosofía, la humanidad que desprende el libro es lo que nos hace volcarnos e involucrarnos profundamente en su historia. Nos lleva a formar parte de la vida de los personajes.Todos los cuentos nos transportan a un mundo fantástico y emocionante lleno de enigmas y dudas. Una narrativa muy buena que sabe guiarnos de principio a fin por las historias y nos introduce en sus atmósferas enrarecidas y claustrofobicas.

Y por si alguien se lo estaba preguntando, no, en el libro no sale Will Smith ni hay cientos de robots saliendo de un camión para atacar al prota, pero siempre quedarán Susan Calvin y el modelo Nestor.

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